El logo de una marca es la principal forma de diferenciar un producto con otro, individualiza la marca y su color funciona como la llave para descubrir su valor.
En esta época más que en ningún otra, con la influencia de la globalización, la competencia voraz, y el agregado de las redes sociales como método de promocionar una marca, las apariencias son muy importantes en los negocios, no solo en la forma de promocionar o mostrar un producto sino desde la creación del logo de la marca, que es lo primero que observa el consumidor al revisar un producto.
Antes de leer la información sobre la misión y visión de una empresa, un buen logo nos muestra el mensaje sobre esta, y nuestro cerebro así lo codifica. Es por ello que a la hora de elegir el logo, se debe tener especial cuidado en lo que se quiere mostrar, tanto en la forma en cómo será diseñado como en el color que lo adornara.
La psicología del color se está volviendo una tendencia cada vez mayor en el marketing, ya que se ha demostrado que el color del producto es el primer filtro del consumidor a la hora de comprar, y más del 93% de los usuarios basan sus decisiones de compras en las percepciones visuales. Igualmente influye en la decisión personal sobre una marca, incluso consiguiendo que se crea que son más o menos éticas de lo que en verdad son; así quedó demostrado en un estudio presentado por las universidades de Oregon y Cincinnati, donde se exhibió a los participantes varios vendedores ficticios con escenarios moralmente ambiguos, a fin de obtener la percepción de los usuarios.
Este estudio, que se enfocó más en las cuestiones mediambientales y de responsabilidad social, intentando dilucidar cuáles colores eran más amigables con el medio ambiente, concluyó en mucho más que demostrar que el rojo era mayormente rechazado, o que el verde es conocido entre todos como un color amigable con el medio ambiente, al igual que el azul, o que el negro expresaba sofisticación; demostró que el color del logo sesgaba las opiniones de los consumidores en una u otra dirección, llegando incluso al extremo que a pesar de encontrarse entre situaciones turbias, al mostrar un color amigable, los clientes percibían mayor confianza de la que en verdad existía.